Estaba preparada la cruz, faltaba la víctima
En el
coloquio del 5 de diciembre de 1947, Jesús le habla así a la Beata
Alejandrina:
Eres
mi víctima a quien le he confiado la más alta misión. Y como prueba de
esto, atiende bien lo que te digo para que lo sepas decir bien.
Ha
pasado casi un siglo de que yo mandé a esta privilegiada feligresía, la
cruz que era señal de tu crucifixión.
No
mandé rosas, porque no tenía, sólo tenía espinas; no eran de oro, porque
ese oro junto con piedras preciosas serías tú con tus virtudes, con tu
heroísmo para adornarla. La cruz fue de tierra, y la misma tierra la
preparó.
Estaba preparada la cruz, faltaba la víctima, que en los planes divinos
ya estaba escogida. fuiste tú.
El
mal aumentó, la onda de los crímenes llegó a su auge, la víctima tenía
que ser inmolada; llegaste, fue el mundo quien te sacrificó.
Y
ahora partes para el cielo y la cruz quedará hasta el fin del mundo,
como también quedó la mía.
Fue
la maldad humana quien preparó la mía, y esa misma maldad humana preparó
la tuya.
¡Oh,
cómo son admirables los designios del Señor! ¡Cómo son grandes y
admirables! ¡Qué de encantos tienen!
Ocho
años después, el 21 de enero de 1955, insistió:
Hace
más de un siglo que mostré la cruz a esta tierra amada, la cruz que vino
a esperar a la víctima. ¡Todo como prueba de amor!
¡Oh,
Balasar, si no me correspondes!...
Cruz
de tierra para la víctima que de la nada fue sacada, víctima que fue
escogida por Dios y que siempre existió en los planes de Dios.
¡Víctima del mundo, pero tan enriquecida de las riquezas celestes, que
da todo al Cielo, y por amor a las almas acepta todo!
¡Confía, cree, hija mía! Yo estoy aquí. Repite tu «creo». Confía!
El
matrimonio Signorile, en el prólogo del libro Figlia del dolore,
madre di amore, bajo el título de «La Cruz y la Crucificada»,
después de trazar una amplia descripción de Balasar, escribe:
Desde
1832, por varios años, Balasar fue la meta de peregrinaciones en honra
de una Cruz aparecida misteriosamente en la tierra, a pocos metros de la
actual iglesia. Para protección de esta Cruz fue construida una Capilla,
aún existente, que tiene al frente la fecha 1832, esculpida en piedra.
Durante años existió también una Cofradía, con el fin de promover la
fiesta de la Santa Cruz de Balasar.
Más o
menos un siglo después, Balasar vuelve a ser meta de numerosas
peregrinaciones: la gente es atraída por la fama de Alejandrina María da
Costa. que allí vivió muchos años, "crucificada".
En los
escritos de la Beata Alejandrina, existen textos polémicos, y se diría
que aparentemente heréticos. lo que sigue, del día de Todos Santos de
1944, -fecha que tanto tiene que ver con la cruz- donde ella ocupa un
lugar principal:
Escribe todo, escribe, hija mía.
Si lo
que te digo quedase oculto, de nada le valdría al mundo.
Madre
de los pecadores, nueva redentora, sálvalos, sálvalos.
Eres
la nueva redentora, escogida por Cristo.
Nunca
ha habido ni volverá a haber una víctima inmolada de esta forma, porque
nunca ha habido tanta necesidad, como hoy, nunca pecó así el mundo.
Diecinueve siglos han pasado desde que Yo vine al mundo y traigo ahora a
la nueva redentora escogida por Mí para recordarles lo que Cristo sufrió,
lo que es el dolor, lo que es el amor y mi locura por las almas.
Eres la
nueva redentora que viene a salvarlos, eres la nueva redentora que
irradiará el amor de Jesús en la humanidad. Nueva redentora que será
recordada en cuanto el mundo sea mundo.
Jesús le
llama aquí redentora por seis veces. El mayor estudioso y más
categorizado interprete de la Beata, el Padre Humberto Pasquale,
salesiano, al traducir sus escritos para el italiano, sustituyó esta
palabra por co-redentora. en una nota que aquí se transcribe, escribe lo
siguiente:
«En el
original está la palabra "redentora". para entenderla en su modo más
justo debe ser vista dentro de su contexto. De hecho, quien opera en
Alejandrina es solamente Jesús: Lo afirma muchas veces.
Como
Cabeza del cuerpo místico, actúa en cada uno de sus miembros, hace
propios sus actos y los enriquece con sus méritos infinitos; los ofrece
al Padre Eterno, como cosa suya en favor de las almas.
Es Dios
quien da el incremento... nosotros solamente somos siervos "inútiles",
como enseña San Pablo. Esto es tan verdadero que el alma mística sabe,
por experiencia, que no hace nada, se siente sin voluntad propia, no es
dueña de nada, no cuenta para nada sino es con Jesús.
Su vida
es un perenne abandono en Él; siente que si le faltase la ayuda de la
Alto, sería incapaz al hacer lo que sea, con la excepción de pecar.
Todo el
Diario de Alejandrina habla de eso y lo confirma .»
Sabemos
que así es, pero aquellas palabras -y aún otras semejantes- impresionan,
el Padre Humberto las cita en el prefacio de Cristo Jesús en
Alejandrina.
La Santa
Cruz de Balasar no apareció por casualidad.
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