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«¡ALEJANDRINA, QUIERO APRENDER CONTIGO!» (1)
Cuando
escuchamos a un especialista, sabemos que es capaz de exponer, con las
palabras más sencillas y sugestivas el tema desarrollado y nos conduce a
la esencia de las cuestiones de la forma más clara y directa. Por eso
voy a darle la palabra a aquella que es actualmente la persona más
conocedora de la vida y de la obra de la Beata Alejandrina, la Profesora
Eugenia Signorile. Con sus 91 años llenos de lucidez, continúa
apasionadamente dedicándole libros y libros. Vamos a comenzar a colocar
en la página mensual una pequeña obra de ella titulada: ¡Alejandrina,
quiero aprender contigo! Publicada en el 2004. la autora le llama un
"Vademécum", es decir una síntesis de aquello que nos puede ser más útil
de la obra de Alejandrina. Necesitaremos de cerca de un año para
concluir el "trabajo".
El libro
empieza así:
Si
todos siguiéramos los pasos de Jesús, habría finalmente la paz
verdadera. Pero también, si todos siguiéramos los pasos de los
verdaderos cristianos, de los miembros
"sanos"
del Cuerpo místico de Jesús, habría paz y la realización del reino de
Dios aquí, en esta Tierra.
La
Beata Alejandrina es uno de estos modelos a seguir. Muchas veces le dice
Jesús que es "maestra" para la humanidad:
Tú
veniste al mundo para ser escuela de toda la humanidad.
De ti
aprenden las doncellas a guardar para Mí el blanco lirio de su pureza.
De ti
aprenden los viejos y los jóvenes, los ricos y los pobres, los sabios y
los ignorantes;
De ti
aprenden todos a amarme en el sufrimiento, a llevar su cruz.. S
(05-12-47)
Hija mía,
tu vida es una escuela de amor, es una escuela de dolor.
Yo quiero,
Yo quiero gritar muy alto, para que toda la humanidad aprenda en tu
vida, que es una escuela sabia, que es una escuela sublime, es una
escuela toda, toda de la vida divina. S (28-03-52)
Hijita, mimo celeste, toda tu vida les habla, toda tu vida es una
continua predicación. Tu sonrisa forzada, tus gemidos, todo tu resignado
sufrimiento les habla a sus corazones, los cautiva, los atrae y me ven a
Mí.
Eres
la misionera de Jesús, esta misión sublime continuará con más pompa, con
más brillo cuando estés en el Cielo.
S
(21-08-53)
La
oscuridad de tu cuarto (la luz molestaba a su ojos) invita a las almas a
grandes cosas: ¡Para ellas es una predicación! Predícales desde tu
cuartito a cuantos lleguen, predícales toda tu vida y esta predicación
se extenderá al mundo entero. S (28-01-55)
Hija
mía, ¡Valor!
Tu
cuarto, tu vida, ¡cuántas enseñanzas le da al mundo!
Es una
escuela divina que enseña a los hombres, es la luz de Dios que ilumina
en las tinieblas.. S (11-02-55)
Si
queremos vivir como verdaderos cristianos, para así participar en la
redención de esta pobre humanidad, vamos a la escuela de Alejandrina.
Esta escuela viene hasta nosotros a través de sus escritos, dictados con
tanto sacrificio y por obediencia de sus directores espirituales, y por
amor a la salvación de las almas, que esa fue su misión.
Pero
si los volúmenes de tales escritos quedan sepultados en la biblioteca, ¿
cómo va a ser conocidos? Es por eso que son necesarias las antologías.
Se
pensó en extraer de ellos una pequeña antología de pensamientos, de
frases para tenerlas presentes en lo cotidiano: un pequeño vademécum que
sea estímulo y ayuda para todo el cristiano que ama verdaderamente y que
no quiere desperdiciar su vida terrena.
El
matrimonio Signorile ( la Profesora Eugenia continúa colocando el nombre
del Profesor Chaffredo al lado de su nombre, aunque él ya falleció),
Octubre de 2004
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