Porque se crió
esta página
Alejandrina es un
desafío. 13 años sin ingerir alimento, excepto la Comunión
diaria.
Y esto es enteramente cierto, esto es, los testimonios que sobre el hecho
poseemos son de absoluta confianza. El 4 de noviembre de 1947, varios años antes
de que Alejandrina “volara para el Cielo”, el Jornal de Noticias, de la
ciudad de Oporto, publicaba un artículo con el título: “¡Una mujer que no come
ni bebe desde hace 6 años y vive perfectamente!...”
Así comenzaba:
Nos habían hablado de
la existencia, en Balasar, en el Concejo de Póvoa de Varzim, de una paralítica
que vivía en régimen de ayuno integral. Conocemos, por la tradición, de los
grandes ayunadores de la India, que consiguen pasar largos períodos, 40 o 50
días, sin ingerir alimentos, pero sabemos que si esos individuos no comen
sólidos, sin embargo, no dejan de ingerir líquidos. Por lo que nos informaban,
la enferma de Balasar, no comía ni bebía. ¿Sería posible? Pero entonces, ¿Cómo
se explica su existencia, su supervivencia?
El asunto avivó
nuestra curiosidad periodística, y decidimos ir a averiguarlo, en cuanto
nuestros medios nos lo permitiesen..
La conclusión fue la
que se comenta en el título del artículo.
Por su lado, el
médico que asistía a la Beata de Balasar, dejó repetidamente afirmaciones
escritas. Véase esta, en una carta dirigida al Arzobispo de Braga el 2 de
octubre de 1944.
...yo continúo
como médico, y sin recelo de ser confundido, afirmando que
este
caso es extraordinario, porque la Ciencia dice que una mujer de 39 años, de vida
intelectual y afectiva intensa, de facultades y sentidos normales, pasando
algunos días y noches sin dormir, y durmiendo poco durante otro tiempo,
conservando invariablemente o con pequeña variación el mismo peso, conservando
la sangre normal, en sus elementos cons-titutivos o de desasimilación, viviendo
no solamente 40 días completos y consecutivos (bajo vigilancia, de día y de
noche, hecha por personas no creyentes), pero dos años y tres meses, aquel
primer período en abstinencia absoluta de alimentos sólidos y líquidos,
incluyendo agua simple, y el otro período en abstinencia absoluta de substancias
alimenticias, sólo dejando dudas a los que tienen el hábito de dudar... de sí
mismos”)
Alejandrina que sólo
frecuentó la escuela por poco más de un año, la llamó Jesús “escuela de toda la
humanidad”, “doctora de las ciencias divinas”, “farol del mundo”, etc.
Véase como Él habló
sobre ella un día :
Pueden venir todos
al jardín que Yo cultivé,
Para coger flores de virtud,
Flores de pureza,
Flores de gracia,
Flores de caridad,
Flores de heroísmo,
Flores de todas las variedades,
Vengan todos, cojan, son flores celestes!
Alejandrina tiene
ciertamente un mensaje para la juventud, los jóvenes deben venir a “coger
flores” a este jardín, aprender de su escuela, esto justifica plenamente la
existencia de esta página.
¿Quiénes son los responsables de “Alejandrina y la Juventud?
El autor es profesor
de Enseñanza Secundaria, por esto trabaja, desde hace
mucho
y diariamente, con la juventud. Durante casi 10 años, dirigió el suplemento
juvenil del periódico parroquial, llamado “La voz de la Juventud”.
Publicó una antología
sobre Alejandrina, que ya tiene una segunda edición. Además de la biografía,
conoce una parte sustancial de su obra y está en contacto frecuente con varios
de sus más activos divulgadores en Europa y en América.
A algunos de ellos se
les pidió que tradujeran los artículos en sus respectivas lenguas. La mexicana
Dra. Yolanda Astrid va a hacer la traducción en español, Alphonse Rocha, de la
Academia de Reims, hará la traducción en francés, un escritor neocelandés, va ha
hacerlo para el inglés.
La página tiene así
una equipo capaz y ambicioso. Por eso, te invitamos, joven que aquí llegaste, a
vivir con nosotros esta aventura, que será siempre la aventura del
descubrimiento y la adhesión a Jesucristo.
Ella era «la
bondad en persona»
En una entrevista que
le hizo el Padre Ismael Matos al Padre Humberto Pasquale, en un cierto momento,
retrató a su antigua dirigida en los términos siguientes:
Por tanto, si
realmente quiere que yo sintetice en una sola palabra, aquello que era en ella
lo más convincente y la hacía aparecer ante nuestros ojos como un alma
extraordinaria , le diría que era su bondad.
Ella era la “bondad
en persona”.
Era esta bondad la
que inmediatamente nos llevaba a pensar en Dios y le daba a Alejandrina la
aureola de “alma extraordinaria”.
¡Alejandrina será
para todos nosotros una buena compañía!
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